Por
Horacio Ortega Chacón
Estudiante de la Especialidad en Enseñanza de la Historia, UnADM
El
modelo utilizado en la enseñanza de la historia y el concomitante problema de
reprobación estudiantil puede reflexionarse tomando en cuenta el desarrollo que
han tenido las ciencias sociales, la información que nos aporta el siguiente
ensayo sugiere una posibilidad del por qué existe cierta apatía para el estudio
de la historia. Aquí presento algunas ideas del texto "Desarrollo de la
metodología en ciencias sociales en América Latina: posiciones teóricas y
proyectos de sociedad" tomado de la revista digital Perfiles latinoamericanos de
la Flacso.
A
partir de las nuevas preocupaciones teóricas como la referente al desarrollo
económico, emergió la necesidad de enfrentar problemas metodológicos que se
derivaban del enfoque de la dependencia, que ponía el acento en el análisis
histórico. La metodología de las ciencias sociales estaba fuertemente dominada
por las técnicas de survey, que entre otras cosas, se caracterizaban por ser
esencialmente estáticas. Si bien existía ya en la bibliografía la idea de la
encuesta de panel, aún estábamos lejos de los desarrollos teóricos, de los
métodos de análisis y de las posibilidades de procesamiento de las que
disponemos hoy. El estudio estadístico de series de tiempo se reducía a la
identificación, diferenciación y cuantificación de la tendencia, las
fluctuaciones estacionales y las variaciones cíclicas e irregulares. Los
poderosos métodos con que contamos hoy, encapsulados en los programas que
procesan las computadoras personales, para tratar eventos cronológicos, aún
estaban en una etapa inicial. Es
decir, se trató a la historia como una disciplina pasiva coartando su carácter
esencialmente integro, al reducir su estudio al simple repaso de fechas y
personajes, sin considerar las secuencias y las relaciones causa-efecto, que
son las que permiten la comprensión del pasado. Aunque
el procesamiento de datos, a partir del uso de software y programas de análisis
de datos, lo único que nos ofrece es información cuantitativa y que poco nos
explica sobre los sucesos y causas que generaron cierto acontecimiento, éstas
herramientas nos sirven para situarnos en cierto tiempo, por ejemplo cuando
buscan alguna información o acontecimiento para alguna investigación. A veces
sólo basta con teclear una palabra clave sobre un portal de información y la
fecha para obtener documentación más precisa.
Por
otro lado, nuevos problemas de investigación provocaron un cambio de contenido
en la metodología de las ciencias sociales. Una parte de la exploración en
busca de métodos que ayudaran a responder las preguntas que se formulaba la
investigación social, se volcó hacia el estudio de la filosofía de la ciencia y
de la epistemología. Otro camino que se ensayó fue la lectura metodológica de
las investigaciones realizadas por los autores clásicos. Una
de las causas por el hartazgo hacia el estudio de las ciencias sociales, lo
expone el autor, al hablar sobre las disputas derivadas de las imposiciones
políticas. La metodología de las ciencias sociales suele conceptuarse como un
campo disciplinario provisto de su propia lógica interna. En este ensayo se
muestra que a pesar de ello, al examinar las disputas metodológicas que han
tenido lugar en América Latina en los últimos sesenta años (así como las
teóricas), se observa que han sido influidas por las luchas políticas por
imponer proyectos de sociedad alternativos. Política, teoría y metodología han
estado fuertemente imbricadas. Se plantea que hasta fines de los sesenta la
metodología era equivalente a técnicas de encuesta. En los setenta y parte de los
ochenta se redefinió por la preocupación de comprender el cambio estructural
desde una epistemología con fuerte acento marxista. A raíz de las crisis de los
ochenta y las consecuentes restricciones presupuestarias sobre la investigación
académica se ha observado una tendencia a limitar la metodología a un conjunto
de herramientas y técnicas de investigación, y a discutir conceptos
desprendidos de sus cuerpos teóricos, ocultando así la diversidad de enfoques y
propuestas políticas.
Esta
investigación afirma que aún siguen vigentes en el estudio de las ciencias
sociales estas pugnas e imposiciones, que hoy en día, de acuerdo a la
experiencia de trabajo con niños y jóvenes, confirmo la existencia entre los
estudiantes de cierta aversión por el estudio de la historia. Los
triunfalismos de unos y otros han hecho que grupos de la sociedad se
desentiendan del análisis crítico de lo que representa la historia y es común
escuchar opiniones de maestros en las que hacen referencia a que la historia la
escriben sólo los ganadores; imagen errónea de lo que debiese ser el análisis
de las ciencias sociales, pues no se trata de quién
es más,
sino de entender los mecanismos de la sociedad de la cual formamos parte.
Fuente:
Fernando, C. (2015), "Desarrollo de la metodología en ciencias sociales en América Latina: posiciones teóricas y proyectos de sociedad", Perfiles latinoamericanos, vol. 23, núm. 45, pp. 181-202, en http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-76532015000100008&lng=es&nrm=iso&tlng=es,
consultado el 20 de julio del 2015.
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